En los últimos años se escucha hablar cada vez más del SIBO. El SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado) se trata de una consecuencia (NO es una enfermedad) de los malos hábitos de vida que se llevan a cabo cada vez más. Consiste básicamente en que, si en nuestro intestino delgado debe haber X número de bacterias, empiezan a crecer bacterias exponencialmente (hay más bacterias de las que debería) y estas fermentan la comida que llega al intestino, generando síntomas como:
- Diarrea o estreñimiento
- Hinchazón
- Dolor abdominal
- Déficit de algunas vitaminas
- Etc
Sabiendo qué es el SIBO, pasemos a responder varias cuestiones de interés:
¿CÓMO SE SI TENGO O NO SIBO?
Lo primero sería acudir a un profesional de la salud que comprenda bien este tipo de condiciones/patologías. Mediante una entrevista clínica se irán descartando causas y/o enfermedades que puedan confundirse con el SIBO (intolerancias, alergias, problemas estomacales, enfermedades inflamatorias, problemas hepáticos o biliares…). Tras descartar diversas patologías podríamos pensar que el paciente pueda presentar SIBO, siempre que cumpla algunos de los síntomas anteriormente nombrados.
En este momento sí que puede ser útil realizar un test de sobrecrecimiento bacteriano. Esta prueba consiste en ingerir un sustrato (glucosa o lactulosa) y medir las concentraciones de diversos gases (hidrógeno, metano, CO2, sulfuro de hidrógeno) cada 30 minutos. Si la prueba termina arrojando un resultado positivo, entonces podríamos empezar a valorar la opción de tratar esta condición.
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¿ME PUEDO FIAR DE LOS RESULTADOS DE LA PRUEBA DIAGNÓSTICA?
Este tipo de pruebas presentan varios puntos a tener en cuenta, que pueden «alterar» los resultados y darnos un resultado que no coincide con la realidad. Se debe realizar una preparación previa para la prueba, al menos 1 mes antes de la misma, para evitar que los resultados se alteren por consumo de antibióticos, mala alimentación previa u otras condiciones que hay que controlar.
Una vez se tienen los resultados hay que pararse a analizarlos: que la prueba salga positiva no quiere decir que la persona tenga SIBO (puede ser que exista otra causa que esté provocando este positivo en la prueba), ni tampoco podemos tomar como negativa una prueba con resultado negativo. Sabiendo esto, vemos que la figura de un buen profesional en patologías digestivas, que interprete bien este tipo de pruebas, se hace fundamental para evitar tratar médicamente mal a una persona.
¿CÓMO PUEDO COMBATIR EL SIBO Y ELIMINARLO?
Si tenemos certeza finalmente de que la prueba es positiva, y la persona presenta realmente SIBO, existen varias opciones (las cuales podemos emplear según el caso o las necesidades de cada indivíduo):
- Terapia con antibióticos
- Dieta elemental
- Tratamiento con antibióticos herbáceos
Lo que sí resulta fundamental es complementar cualquiera de estas terapias con algún buen probiótico (y a poder ser, con pre y postbiótico además) para evitar reinfecciones futuras.
¿TENGO RIESGO DE VOLVER A PRESENTAR SIBO?
Lamentablemente, y como ya hemos hablado antes, el SIBO no es una enfermedad que se pueda contraer así porque sí (como sucede con la gripe, por ejemplo), sino que tiene mucho que ver con nuestro estilo de vida. Llevar a cabo una mala alimentación, tener una vida sedentaria, consumir diversos fármacos de forma crónica (como omeprazol u otros «protectores de estómago», antiinflamatorios, antibióticos…)… pueden hacer que en nuestro intestino vuelvan a sobrecrecer bacterias, y que acabemos teniendo síntomas.
Asique, como en cualquier otra situación, llevar a cabo unos buenos hábitos de estilo de vida (y mantenerlos en el tiempo) será el mejor tratamiento para todo esto.
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