Somos lo que comemos, pero también lo que bebemos.
Muchas veces la nutrición se basa en dar pautas referentes al consumo de alimentos, y en ocasiones nos olvidamos que lo que bebemos también importa.
Cuando hablamos de aguas entramos en un mundo lleno de detalles y donde, al igual que en otros mundos (como el del café o vino) existen expertos y apasionados de estas. Lo que vamos a tratar hoy es en qué nos debemos fijar para elegir la mejor agua en relación a nuestra salud.
TIPOS DE AGUA Y SEGURIDAD
Empecemos por el principio. Existen 3 tipos de agua que podemos consumir (dejando de lado el tipo de mineralización y demás):
- Agua embotellada
- Agua del grifo
- Agua de ríos, fuentes…
La más consumida en España es el agua embotellada. Tendemos a creer que es la más saludable y segura, pero esto no siempre es así: el agua embotellada puede contener patógenos al igual que los otros tipos de aguas, ya que todo depende de las condiciones del manantial donde se recoge dicha agua y de la cadena de producción. No es la primera vez que alguna empresa tiene que pagar una multa por no tratar correctamente el agua embotellada (http://news.bbc.co.uk/2/hi/business/3809539.stm).
Además, en el agua embotellada nos encontramos microplásticos y compuestos como el bisfenol A, que a largo plazo pueden ocasionar problemas metabólicos, y cuyo consumo se desaconseja.
En cuanto al agua del grifo, sabemos que esta no es inerte: en ella pueden haber patógenos que nos den problemas de salud, razón por la cual se trata esta agua con cloro. Este punto no debería preocuparnos, ya que en España la calidad del agua del grifo es buena y siempre se puede ver en la web de SINAC (Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo) el estado de la misma. Es decir, el consumo de agua de grifo en España no debe preocuparnos, y solo existen 3 casos de personas que deban evitar su consumo por posibles problemas de salud: personas con problemas de riñón, embarazadas y bebés.
AHORRO ECONÓMICO
Si hablamos del aspecto económico y queremos ahorrar algo a final de año (que buena falta hace!), vamos a poner un ejemplo del gasto promedio que representa comprar agua embotellada o usar agua de grifo. En este caso vamos a añadir un método extra: el agua de grifo filtrada, que no es más que el uso de jarras filtradoras de agua de grifo para eliminar cloro, tóxicos y otros compuestos que pueden aparecer en el agua del grifo.
Vamos a poner el ejemplo de una familia compuesta por 4 integrantes (madre, padre y 2 hijos adultos). El consumo promedio de agua para una persona adulta al día es de 2 litros aproximadamente. Esto quiere decir que la familia consume, de media, 8 litros de agua al día, equivalente a 2920 litros de agua al año.
Sabemos los precios medios de los distintos tipos de agua y, por tanto, podemos ver el gasto medio que supone consumir un tipo de agua u otro:
Embotellada | Grifo | Filtrada | |
Precio por Litro | 0,21€/Litro | 0,001€/Litro | 0,04€/Litro* |
Total Anual | 613,20€ | 2,92€ | 116,80€ |
*En el caso del agua filtrada contamos el precio del filtro por litro de agua.
Vemos por tanto la diferencia de precio que existe por ejemplo entre consumir agua del grifo o agua embotellada: un ahorro medio al año de 610,28€ (y un ahorro de 496,40€ si comparamos el agua embotellada frente al agua filtrada).
OTROS ASPECTOS A TENER EN CUENTA Y CONCLUSIONES
Aparte de lo comentado hasta ahora, debemos pensar en otro punto que afecta a nuestra salud: la contaminación y ecologismo.
Consumir agua embotellada supone producir al año una cantidad ingente de plástico, el cual debe reciclarse y que en ocasiones termina contaminando el ambiente. Si ponemos como ejemplo a la familia del anterior apartado, esta estaría comprando un total de 1095 botellas de plástico al año (multipliquemos esto por los miles de millones de personas que viven en el mundo…).
Por otro lado está el tema del sabor del agua del grifo: es verdad que el tratamiento con cloro cambia el sabor del agua de grifo, pero para evitar esto podemos dejar el agua en un recipiente al aire libre durante 1 hora o más, o usar sistemas de filtrado.
Y finalmente, la conclusión: si quereis hacer de este un mundo mejor, y quereis evitar consumir agua de grifo, mi recomendación es que opteis por comprar jarras con sistema de filtrado de agua. Supone un mayor ahorro económico al año, evitamos el mal sabor del agua del grifo y sus posibles contaminantes, producimos menos plásticos y hacemos de este un mundo más saludable.
Si os interesan estos temas, en la sección “Consumo claro” del periódico El Diario hay artículos que explican con más detalle el tema que hemos tratado hoy.
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